La preparación de la uña natural es un paso fundamental para cualquier tratamiento, ya sea esmalte semipermanente, gel o acrílico. En este artículo, veremos algunos consejos para preparar mejor la lámina ungueal y las cutículas para realizar un tratamiento de uñas de larga duración.
¿Por qué es importante la preparación de las cutículas y las uñas?
Sin una buena preparación de las uñas, tu clienta podría experimentar levantamientos del producto que afectan la duración del servicio.
La superficie de la lámina ungueal está cubierta con aceites que nuestro cuerpo produce naturalmente y con sustancias externas, como aceites contenidos en cremas hidratantes, jabones o limpiadores que se depositan en la capa superficial de la uña.
Nuestro objetivo es obtener una superficie limpia y lisa sin aceites donde los productos puedan adherirse. Ya que cualquier área aún "brillante" (no pulida) causará levantamientos con posible pérdida de adherencia, es fundamental que cada fracción de la uña esté libre de aceites. También es importante evitar que el agua penetre en el espacio entre la uña y el producto. Esta agua infiltrada es dañina para la uña natural, ya que podría llevar a mohos superficiales o profundos o, en el peor de los casos, incluso a la pérdida de la uña. ¡Es fácil entender cuán fundamental es proceder con una preparación perfecta de las uñas! ¡Ahora veamos cómo!
Preparación de las Cutículas
El primer paso para prepararse perfectamente para un tratamiento es limpiar el área de las cutículas con una manicura. Es preferible una manicura seca (Dry Manicure) en lugar de una manicura clásica (Wet Manicure), ya que el agua podría ser absorbida por la lámina ungueal, que al volverse blanda impedirá la perfecta adhesión del producto, causando separación y levantamiento entre la uña natural y el producto. Una buena manicura seca o combinada con torno es la mejor solución para obtener la preparación perfecta de la lámina ungueal y las cutículas. Utiliza el torno con pequeñas puntas de diamante para levantar y eliminar suavemente las cutículas y opacar la lámina subyacente. Después de este paso, para limpiar completamente el área, puedes cortar las cutículas en exceso con tijeras para manicura.
Opacado y Limado de la Uña Natural
El segundo paso es eliminar todos los aceites del resto de la lámina ungueal. Esto debe hacerse de manera delicada para evitar dañar la uña natural.
Utiliza una lima de 100-180 granos para ajustar la longitud y dar forma a la punta, luego lima la superficie de la uña de un lado a otro sin ejercer demasiada presión para opacar y eliminar todas las partes brillantes.
Eliminación del Polvo
Un paso de la preparación a menudo subestimado es eliminar completamente el polvo de limado de la superficie de la uña antes de aplicar el producto. Si no se limpia, la presencia de polvo puede causar burbujas de aire y levantamientos posteriores.
Antes de proceder, usa un cepillo con cerdas rígidas para eliminar el polvo de toda la lámina ungueal y debajo del borde distal. Utiliza un limpiador con un cepillo limpiador de cerdas duras y limpia bien desde el área de las cutículas y los lados hasta la punta de la uña.
Deja que el limpiador se evapore antes de los siguientes pasos.
Ahora estás lista para la aplicación del primer, que veremos en un artículo posterior, y los geles para la reconstrucción de uñas y el esmalte semipermanente.
Consejos Útiles
Para mantener mejor el trabajo realizado en el salón, puedes dar algunos consejos post-tratamiento a tu clienta. Esto incluye la aplicación de aceite para cutículas dos veces al día para mantener el área bien hidratada. Esto evitará la sequedad de las cutículas que podría hacer que el producto se levante antes de tiempo. Evita jabones, cremas agresivas, lociones autobronceadoras y aceites esenciales. Estos productos podrían manchar y quitar el brillo; en este caso, es mejor usar guantes. ¡Sigue estos consejos y el resultado está garantizado!